(ocoaenred.com)
SANTO DOMINGO. Fernando Antonio Lara trató de aplicar la pretérita ley de la venganza, por la muerte de un tío suyo en 1980, hace 32 años, en San José de Ocoa.
El hombre siguió tras las huellas a Melvin Bienvenido Martínez Lara, hijo del presunto matador, hasta que el 13 de enero del 2010 lo sorprendió reparando un vehículo en la avenida Monumental, del sector Los Girasoles, y le realizó tres disparos.
Lara fue procesado por asesinato y el Cuarto Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional le impuso una pena de 30 años de reclusión.
La sentencia fue dictada por los jueces, Pilar Rufino Díaz, presidenta; Daira Cira Medina y Daniel Julio Nolasco, quienes acogieron una petición de la Fiscalía.
El Ministerio Público plantea que Lara primero se presentó en varias oportunidades a una empresa, ubicada en la avenida Monumental, con la simulada intención de buscar empleo, reuniéndose, debajo de un árbol cercano con grupos de personas que sí tenían ese propósito.
Mientras que en realidad, el imputado lo que hacía era premeditar y asechar a Martínez Lara, con la finalidad de perpetrar su asesinato. Aprovechando el momento propicio y después de muchas horas, se presentó al taller propiedad de la víctima, se acercó a un vehículo que reparaba y sin mediar palabras le infirió tres disparos.
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