¡Cuidado!

Por:Marcio Melvin Mateo

 El pasado lunes 26 de agosto parte de la prensa local visitó la comunidad de Sabana de Miguel Martin, el campo más distante al Oeste del municipio de San José de Ocoa, abarrotaron la mayoría de los medios de comunicación local con la información que la Escuela estaba cerrada a las 8:00 de la mañana. Y sin saber la justificación de su ausencia, juzgaron al maestro de estar como “chivo sin ley” información esta que recorrió el mundo a través de las redes sociales, así como a través de programas televisivos locales.
Al parecer el lente de la cámara apunta a una sola dirección, pues no pudo observar un fogón en el patio de la escuela porque se cocina con leña, y que los baños son de letrinas en pleno siglo XXI. No investigaron que en le escuela labora un solo maestro, el cual además de la función de director, trabaja con decenas de niños desde el nivel inicial hasta séptimo grado.
Mucho menos se detuvieron a ver la realidad socio-económica de los habitantes de dicha comunidad, la condición de las viviendas y sobre todo lo intransitable que está su vía de acceso, que solo parece camino de chivo. La comunidad no cuenta con espacio alguno para la sana recreación de sus niños y jóvenes: cancha deportiva, play, parque infantil… no hay energía eléctrica, ni clínica rural… la única fuente de empleo es la agricultura y por la condición de la carretera no pueden vender sus productos, pero nada de esto la cámara pudo captar.
La prensa tampoco trajo a la luz el peligro que corren los habitantes del Cercado (comunidad próxima a la Sabana de Miguel Martin) los cuales tienen energía eléctrica con alambre dulce, llevada con esfuerzo propio desde Los Tramojos a unos 10 km, tampoco vieron la miseria que azota a dichos comunitarios.
La persecución al magisterio ocoeño es el deleite de algunos “comunicadores” locales.